Cierto es que parece que lo que voy escribiendo, se me va olvidando, como borrando de la mente... Cuando vuelvo a releer lo que una vez hace mucho tiempo escribí, tengo la extraña sensación como si esa persona no fuera yo misma, si no, que es una persona que escribió en el pasado bajo mi nombre... Algunas veces leo y pienso: "¿He escrito yo eso?". Otras veces es alguien que me recuerda lo que una vez escribí, en este caso, Asphyxia, una gran persona a la que le debo mucho y lo mínimo que puedo hacer es dedicarle una pequeña reflexión para que dentro de mucho tiempo, relea esto y vuelva a sorprenderme...
"Parece que el mundo se estuviera volviendo loco, cada uno tira por su lado, cada persona piensa en sí misma y no en los demás... Un fallo en el sistema nos convierte en piezas defectuosas, piezas que no harán que el sistema nos doblegue, que nos ciegue a la nada. Sí, declaro que soy una pieza defectuosa, no soy como los demás, algo diferente hará que Matrix, que el mundo en el que vivimos hechos de desatinos y desaciertos, oculte mis ganas de camibiarlo..."
Hace bastante tiempo que escribí este comentario en una de sus entradas del blog, y ahora puedo sorprenderme de no recordar que llegué a escribir eso; gracias a ella he podido recordar algo realmente importante, que somos piezas defectuosas. Somos piezas que no encajan en el engranaje de la sociedad, que no encajamos en los planes absurdos e incoherentes que tiene para nosotros la casualidad... Ella es una pieza defectuosa y bella, una perfecta combinación entre todos los valores positivos de un ser humano se personifica en su existencia. Ella es como una sonrisa grabada en tu memoria, que siempre que te sientes mal puedes recordar y hacerte sonreír al mismo tiempo. Ella es una heroína que ha luchado durante toda su vida para conseguir vivir, y a su vez, para seguir luchando contra lo malo que le pueda ocurrir. Ella es fuerte, ella batalla por no encajar en todo lo establecido... Ella juega con la niña que hay en mí y la saca a pasear, le cuenta historias y la hace sentir bien, le regala un abrazo y le dice que volverá otro día para seguir jugando. Ella tiene unos ojos impresionantemente hermosos, unos ojos en los que se refleja su vida y su virtud, su fuerza innata y su extrema dedicación a las personas que realmente quiere. Ella viene y va como una hoja dorada en otoño movida por el viento que la ondea, ella se encierra en su fortaleza de cuadros blancos y negros y yo quiero ir a rescatarla, ella pugna por no salir y yo la abrazo fuerte... Ella es sencillamente, una pieza defectuosa, una pieza que sigue sin encajar en ningún puzzle, pero no porque ella no pueda encajar, si no porque no quiere, porque es lo suficientemente auténtica como para decir que no le apetece encajar en ningún sitio. Ella se ha convertido en una parte de mí que quiero preservar para siempre, y siempre siendo piezas defectuosas y fuera de serie, descatalogadas o viejas, pero piezas que no encajarán por mucho que intente colocarnos y descolocarnos la mano invisible de la vida en un puzzle gris y oscuro...
De nuevo, gracias, Asphyxia.