Como si de un cuento se tratara, nos narran de mil formas diferentes que el ser humano es libre, que puede hacer lo que quiera, que en un sistema abierto todo el mundo puede opinar, que existe la libertad de expresión, de prensa, de pensamiento... Pero no es así, no nos permiten ser libres como quisiéramos, siempre hay algún medio de represión que nos obliga a recluirnos en nuestras opiniones, cerrándolas a un grupo de personas que piensan igual que tú... "Es un derecho del ser humano, ser libre", pero la palabra "libertad" no significa lo mismo en todos los lugares, libertad es una utopía para unos, una negligencia mental para otros.
Libre, libre, libre... Si nos quitasen nuestra libertad, seguramente lucharíamos por ella sin ni siquiera pensarlo, por eso, quejarse de no ser libre es muy relativo; protestar porque somos libres tampoco sería lógico... Cierto es que tenemos una libertad muy preciada, también podríamos pedir ser más libres, pero en el momento justo de robarnos nuestra libertad, somos conscientes de ser libres; en el segundo que nos sentimos esclavizados, reprimidos por algún motivo, deseamos ser más libres...
El ser humano no es completamente libre, estamos cohibidos por diferentes motivos: modales, formas, normas, reglas, órdenes, rutina, leyes... Creemos ser libres, una libertad ficticia con la que nos saciamos. Si dices algo, alguien te lo reprimirá; si haces algo, seguramente para otra persona esté mal. La misma sociedad acaba con la naturaleza del ser humano, con el derecho primordial de ser libre, de vivir como uno quiere o desea. Vivimos en comunidad porque lo necesitamos, pero nos sometemos a ello sacrificando nuestra propia libertad... Imaginamos ser libres, deseamos ser libres, huimos de las normas y nos enfrentamos a ellas; alguien ajeno a nosotros decide qué hacer con la sociedad, alguien que cree saber lo suficiente dirige nuestra vida, ¿alguien extraño decide nuestra libertad?
Libre, libre, libre... Si nos quitasen nuestra libertad, seguramente lucharíamos por ella sin ni siquiera pensarlo, por eso, quejarse de no ser libre es muy relativo; protestar porque somos libres tampoco sería lógico... Cierto es que tenemos una libertad muy preciada, también podríamos pedir ser más libres, pero en el momento justo de robarnos nuestra libertad, somos conscientes de ser libres; en el segundo que nos sentimos esclavizados, reprimidos por algún motivo, deseamos ser más libres...
El ser humano no es completamente libre, estamos cohibidos por diferentes motivos: modales, formas, normas, reglas, órdenes, rutina, leyes... Creemos ser libres, una libertad ficticia con la que nos saciamos. Si dices algo, alguien te lo reprimirá; si haces algo, seguramente para otra persona esté mal. La misma sociedad acaba con la naturaleza del ser humano, con el derecho primordial de ser libre, de vivir como uno quiere o desea. Vivimos en comunidad porque lo necesitamos, pero nos sometemos a ello sacrificando nuestra propia libertad... Imaginamos ser libres, deseamos ser libres, huimos de las normas y nos enfrentamos a ellas; alguien ajeno a nosotros decide qué hacer con la sociedad, alguien que cree saber lo suficiente dirige nuestra vida, ¿alguien extraño decide nuestra libertad?